Nuevas formas más creativas de conseguir donaciones caritativas

Suele pasar que vamos al mercado y algún representante de alguna organización benéfica nos pide colaboración, interrumpiendo con estadísticas deprimentes y actuando de manera un tanto intrusiva. En la actualidad, esto pasa frecuentemente, y las necesidades son cada vez más, por lo que las recaudaciones benéficas también son aún mayores. Si bien es justificable la intensificación por conseguir los fondos y las causas son más que respetables, muchas veces puede parecer algo intrusivo. 

 

El problema de ello es que mientras las organizaciones intensifican sus esfuerzos por conseguirlo, los ciudadanos comunes se sienten un tanto incómodos ante este pedido de colaboración. Muchas veces se terminan rechazando a estas organizaciones que, aunque sean muy respetables y dignas, terminan por perder colaboradores por las formas y estrategias para conseguir el cometido. En este sentido, es que es necesario encontrar otras maneras más creativas de recaudar los fondos, sin que ello parezca una intrusión u obligación para los colaboradores. 

 

Lograr donaciones más gratificantes 

En general, las personas suelen respetar y estar de acuerdo con las organizaciones benéficas, aunque pueden discernir con sus formas de recaudación, ya que muchas veces se sienten asaltadas y obligadas. Una persona de la organización se suele acercar diciendo una palabra, se le aporta el dinero y la relación no va más allá de esa situación. 

 

Estas circunstancias fueron las que hicieron que Misereor, una organización benéfica que ayuda a países con problemas de pobreza comience a cambiar y a actuar de otra manera. Misereor se dirigió directamente a la agencia de publicidad Kolle Rebbe Hamburg, para que establezca una forma creativa y publicitaria de recaudar dinero, utilizando la tecnología. ¿Cómo funciona? De esta manera; en dos paneles LCD se muestra un pedazo de pan, y las manos de un niño atadas. Entre aquellos dos paneles se encuentra una zona para que el donante deslice su propia tarjeta. Cuando el donante desliza su tarjeta, los paneles comienzan a reproducir un video; en el caso del pan, la tarjeta pareciera cortar una rebanada, mientras una mano escoge un pedazo de este. Cuando aparecen las manos atada del niño, la tarjeta se desliza cortando los lazos, aludiendo a concederle libertad. Luego de ello, aparece un video explicativo en el que se informa en qué se destinará el dinero recaudado. 

 

Esta forma de recaudación de fondos parece muy efectiva y novedosa; no hay alguien que se acerca de manera intrusiva, ni con estadísticas deprimentes. En este sentido, Misereor y Kolle Rebbe han podido encontrar una forma distintiva, a la cual han llamado “deslizamiento social”. Sin dudas puede ser una verdadera revolución en cuanto a las nuevas formas que las organizaciones benéficas deberían encontrar para conseguir sus donaciones. 

 

Lo más probable es que estas nuevas formas tengan más impacto, y las personas estén más preparadas para donar incluso sumas de dinero mucho más grandes. El ejemplo dado, es un gran punto de partida para otras organizaciones, para que estas comiencen a idear nuevas estrategias y desafíos.