La cartera ideal para el inversor conservador

Así como algunos disfrutan los riesgos y prefieren competir contra la volatilidad del mercado, otros ahorristas prefieren surfear olas más tranquilas en el océano de las finanzas personales. Para los inversores conservadores, si bien se caracterizan por apostar por los títulos de renta fija, algunos analistas aseguran que, hoy en día, el escenario les habilita tener algunos permitidos en renta variable. A más de dos semanas de las elecciones legislativas que le dieron al Gobierno Nacional la espalda suficiente como para plantear ambiciosas reformas.

“Hay que aprovechar el alto carry trade de los instrumentos en pesos, que es cercano al 29 por ciento”, aseguró Santiago Norris, team leader del segmento Individuos de Puente. Según su apreciación, lo mejor es armar un 85 por ciento de la cartera en renta fija. Dentro de ese sector, Norris recomienda posicionarse un 20 por ciento con Lebacs en el tramo corto o bonos provinciales que ajustan por Badlar -entre ellos recomienda el Buenos Aires 2022 o Mendoza 2021. El resto de la renta fija se completaría, según el especialista, con un 45 por ciento en bonos soberanos y provinciales –en este segmento recomienda el Argentina 2022– y un 20 por ciento en bonos corporativos. Con respecto a esto último agrega: “La Argentina tiene algunas joyitas que generan moneda dura más allá de las volatilidades del tipo de cambio, como Panamerican 2021 que rinde 4 por ciento o IRSA 2023 con un 5 por ciento”.

Norris deja un espacio para la renta variable. “Ahí apuntamos al mediano plazo, pensamos que la Argentina puede tener valor asumiendo que el país continúa con la senda gradual de mejoras”. En este segmento, el ejecutivo de Puente destaca las acciones del sector financiero, energético e inmobiliario. En cambio, otros analistas no dejan espacio para los riesgos de la renta variable. “Hoy nosotros nos focalizamos en los fondos comunes de inversión. ¿Qué te dan? Le ganas a una Lebac y sin la comisión que tiene una Lebac”, asegura Mauro Mazza, del departamento de research de Bull Market. Su consejo es invertir en un FCI de perfil de renta fija en pesos que “tenga como mínimo un 40 por ciento en Lebacs y un 60 por ciento en deuda corporativa, la cual es de difícil acceso para un inversor minorista”. Para Mazza, los títulos en dólares no son una inversión viable. “Incluso los de renta fija en dólares están todos caros, mientras no supere los $ 18,50 les va a convenir seguir en las Lebacs”, apuntó.

Para Federico Pérez, portfolio manager de Axis, las Lebacs o un fondo común diversificado en estas letras son “imbatibles”. Y explica: “Las tasas actuales te dan lugar para entrar en otros activos que no son de perfil tan conservador, cuando tenes una vara de rendimiento tan alta y poca volatilidad, te permite entrar en algo más variable”. Para el analista, la cartera ideal estaría conformada por un 80 por ciento en fondos de Lebacs, entre un 10 y un 20 por ciento en bonos en dólares largos y deja un lugar para las acciones. “No pecaría en hacer un 2, 3 o 5 por ciento en acciones con alto crecimiento de compañías estables porque me parece que ese mercado va a andar bien”, afirmó.

Por su parte, Diego Martinez Burzaco expresa que “con tasas cercanas al 30 por ciento implícito de rendimiento y casi nada de riesgo, la elección de las Lebacs se hace bastante fácil”, según el director de MB Inversiones, la mejor recomendación es armar el portfolio con un 70 por ciento en estas letras. Para el 30 por ciento restante, el especialista recomienda los bonos en dólares, “aunque la renta es bastante baja”, o diversificar con algún FCI que invierta en ellos.