El fenómeno emprendedor en Argentina

El fenómeno emprendedor ¿de qué se trata?

El fenómeno emprendedor cuenta con antecedentes históricos que nos retrotraen a tiempos remotos. Sin embargo, en las últimas décadas, la creación de empresas ha generado un creciente interés entre académicos y gobernantes por su aporte a la renovación, movilidad y vitalidad del sistema productivo y social, la activación del proceso innovador y la generación de nuevos puestos de trabajo.

Las diversas definiciones de entrepreneurship refieren a un amplio rango de actividades que incluyen la creación de empresas, la puesta en marcha de nuevas combinaciones innovadoras, la exploración de oportunidades, el manejo de la incertidumbre, y la combinación de factores de producción, entre otros.

La disciplina del entrepreneurship ha evolucionado a lo largo de los años. Hoy en día, este concepto implica un proceso dinámico, que involucra la identificación, desarrollo y ejecución de una oportunidad o de una mejor forma de hacer las cosas. El resultado de este proceso, es la creación de nuevas empresas formadas bajo condiciones de riesgo e incertidumbre que crean valor para la sociedad donde ejercen su actividad.

El proceso es complejo, muchas personas incurren en él sin conocer realmente a lo que se van a enfrentar, tan solo por tener el espíritu emprendedor o por creer tener una buena idea. Hay mucha información al respecto y muchas opiniones de cómo se deben hacer las cosas, y sin embargo, aún está la posibilidad del fracaso.

 

Argentina, terreno emprendedor

Todos los años, el Global Entrepreneurship Monitor del Babson College de Boston, desarrolla unas estadísticas muy significativas que muestran que si se considera el total de la población económicamente activa que tiene la intensión de dedicarse a emprender, varios países de Latinoamérica se encuentrarían entre los primeros puestos del ranking mundial. Su último informe, del año 2015, revela que la Argentina se encuentra en el puesto 15, sobre un total de 60 países relevados. Y entre los primeros diez, hay cinco países latinoamericanos: Chile se encuentra tercero, Colombia cuarto, Ecuador quinto, Perú octavo y Guatemala décimo.

También, hay una relación general: cuanto más bajo es el PBI per cápita, mayor es la cantidad de personas optimistas en cuanto al futuro. Los residentes de ciudades menos ricas también tienen más probabilidad de emprender negocios prometedores que aquellos que se encuentran en ciudades más ricas.

Sin embargo, la diferencia que se encuentra entre países subdesarrollados y desarrollados, está dado por el apoyo del Estado. Argentina ocupa el último puesto en lo que respecta a políticas gubernamentales que fomenten la creación de un nuevo negocio: exceso de burocracia, presión tributaria, dificultades para obtener financiación (más del 70% de las PyMes nunca llegaron a obtener un crédito bancario), fallas en programas de promoción de emprendedores, inestabilidad cambiariaa e inflación, son algunos ejemplos del por qué de ese resultado.

Este es un detalle no menor: hay que tener en cuenta que en la economía, la única forma de generar valor y aumentar el producto es a través del trabajo y el capital que genera valor agregado.

Por esto, es importante que desde el Estado se fomente la creación de empresas y el fortalecimiento de las PyMEs, que en la Argentina representan casi el 70% del empleo total.

Al aumentar la cantidad de PyMEs que generen valor, aumentará la competencia, el empleo y, consecuentemente, la calidad de vida.