Beneficios y potenciales de un buen clima laboral
Beneficios de un buen clima laboral
Un buen clima laboral es importante en principio, por dos motivos. El primero de ellos es que, en términos relativos, convivimos una cantidad importante de horas diarias en el lugar de trabajo. Más si hacemos horas extras. El otro motivo es que, ese espacio se convierte en un lugar en donde uno puede desarrollar sus habilidades personales, técnicas y/o profesionales: cómo uno se para, se posiciona y se desenvuelve frente a personas que en definitiva son “desconocidas” y actúan en un ámbito “serio” que difiere del círculo social propio, como un grupo de amigos.
Uno puede haberse levantado con el pie izquierdo, como quien dice, las tareas pueden no ser las favoritas, y puede estar lloviendo torrencialmente en la ciudad. Pero cuando hay buen clima, todo lo cambia.
En principio, convivir en buen clima laboral, genera querer estar ahí, querer ir a trabajar, querer pertenecer. Las tareas pasan a ser sólo medios para continuar en ese clima.
Se trabaja mejor porque uno se encuentra mejor predispuesto. El conocimiento nuevo se comparte y se pueden generar nuevas formas de trabajar, se aprende constantemente.
Las mentes están más abiertas, las ideas son de todos. Se participa en las dudas y en los nuevos problemas con distintas perspectivas. Uno está más conectado con el resto, y lo que hace uno, puede servirle a otro generando un círculo virtuoso en donde se comienza a disfrutar lo que se hace en conjunto.
Crece la solidaridad, la confianza, el apoyo y la tensión desaparece. El día fluye.
Hablar con el jefe
Un buen clima laboral, no mejora, sino que se multiplica día a día. La buena onda se contagia, como así también, por el contrario, se diseminan los aspectos negativos.
Ante un mal clima laboral, uno pierde compromiso con el trabajo, pierde atención y foco sobre lo que debe hacer, y en algunos casos, disminuye la responsabilidad: llego más tarde y pierdo el presentismo, me voy antes y las prioridades ya pierden importancia. Uno ya no habla más de la empresa como “nosotros”, sino como “ellos” y “yo”; se aleja, toma distancia. Así, la productividad es tremendamente menor en todos los aspectos y la decepción personal crece.
Siempre es bueno hablar con tu coordinador, jefe o líder para intentar enmendar la situación, pero muchas veces no nos animamos y no queremos enfrentar esa situación.
Una vez escuché algo interesante en un tono muy crítico: ´Formalizan lo informal´. Por ejemplo, todos los viernes, hacemos un Desayuno de 8 a 9 am antes de trabajar. En un momento, pasa a ser una tarea que hay que cumplir obligadamente porque el manual de comportamiento lo agregó recientemente, y no porque hubiera ganas realmente. Se convierte en un desayuno silencioso, en hablar por hablar para tapar los silencios… estoy con el celular todo el tiempo… o simplemente llego más tarde, porque es informal.
El clima laboral como práctica diaria
Creo que es importante como práctica utilizar, a veces, otros ámbitos fuera del espacio laboral: “hagamos la reunión en la cafetería de la esquina, hagamos un paseo, vamos a escuchar un grupo de música de vez en cuando, usemos el sum del edificio, o armemos un pic-nic al aire libre”. Creo, como buena práctica, en la espontaneidad de las actividades donde todos tienen el lugar de proponer una idea nueva, por ejemplo, cada mes. Las tensiones se ablandan y es más fácil sentarse a conversar.
Las prácticas para generar un buen clima laboral no es una tarea fácil: depende de las características del equipo, de los tiempos y la disponibilidad, de la predisposición y de las políticas de la organización con respecto a la gestión de la cultura. Es recomendable observar, hacer un diagnóstico y luego, presentar una batería de propuestas nuevas sobre cómo se puede mejorar el clima laboral. Si ya es bueno, entonces sigamos compartiendo y hagamos que sea mucho mejor.
Surge un problema nuevo en la organización, planteemos una reunión para debatir cómo se puede solucionar. Conformemos para ello, grupos de trabajo con distintos participante que puedan proveer de nuevos puntos de vista.
A pesar de todo, no hay que dejar de preguntarse, de quién es la responsabilidad de generar un buen clima de trabajo. Y es que, simplemente, la responsabilidad es de ambas partes: del empleado y del empleador. Porque uno hace al clima de trabajo todos los días! Es responsabilidad del coordinador, del líder, y es responsabilidad del empleado, y miembro del equipo. Es responsabilidad del gerente, como lo es también quien preside la cúpula.
*Nota extendida de original: Entrevista en Canal 10, General Roca, Río Negro 25/11/16: “Beneficios de un buen clima laboral”